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Channel: Comentarios en: La Noche del Cazador (The Night of the Hunter) (1955)
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Por: Watanabe

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Si me lo permites, añado algunos fragmentos de un texto que escribí sobre la película hace tiempo:

“La declarada defensa de Laughton de los valores conservadores de la comunidad WASP y su adopción de la nacionalidad estadounidense junto a su esposa, la también actriz Elsa Lanchester, le permitirían eludir los ataques del maccarthysmo, reconduciendo su carrera hacia la radio y el teatro. Sus lecturas dramatizadas de fragmentos de obras de Shakespeare, así como de versículos bíblicos extraídos principalmente del Libro de Daniel, le convertirán en un personaje enormemente popular en las zonas rurales de la América profunda. La fascinación que sobre él ejercieron el paisaje y el primitivo puritanismo de las comunidades interiores -principalmente en los estados sureños en los que sus encendidas representaciones causaron un mayor impacto- le llevarían por primera y única vez a colocarse tras la cámara para firmar una obra maestra atemporal, cuya densidad narrativa y visual la hacen aún hoy difícilmente clasificable bajo los cánones del cine clásico.

Basada en la novela homónima del escritor virginiano Davis Grubbs, La Noche del Cazador (1955) es un tour de force sobre el eterno enfrentamiento entre el Bien y el Mal, el Amor y el Odio –el Hate & Love grabado en los nudillos del predicador-, a través de un viaje iniciático que marca el final de la infancia y la entrada inevitable en el mundo de los adultos. Un viaje que, sin embargo, se nos muestra en todo momento como una huida: la de dos niños perseguidos por una silueta fantasmal. Una sombra cuya extraña presencia alimenta sus pesadillas infantiles con cánticos y prédicas severas a la sumisión y el temor de Dios. Hänsel y Gretel enfrentados a una nueva encarnación del Mal, con la cual, paradójicamente, la comunidad puritana se identifica hasta el extremo de erigirle defensor implacable de sus valores morales y símbolo de su hipocresía. La presencia enigmática -a la par que demoníaca- del predicador, empujará a los pequeños fugitivos a traspasar la frontera que separa el mundo de los sueños y los terrores infantiles de la sucia y caótica realidad social de los años de la Depresión, hacia un territorio onírico e inexplorado. Un paisaje exuberante de sombras intensas y formas espectrales entre las que habitan, ocultos, seres fantásticos y criaturas de la noche.

La figura del asesino psicópata cristaliza de este modo los miedos heredados de la infancia, en una clara analogía con el temor hacia el castigo divino, hacia la ira de Dios. El predicador -como se ha señalado anteriormente- representa los valores morales de la comunidad WASP regida por su advocación a los textos bíblicos, hasta el punto de establecer sus códigos sociales bajo los preceptos de Pecado-Castigo-Redención. El elegido por Dios para redimir las almas de los pecadores, será al mismo tiempo el encargado de ejecutar su venganza sobre aquellos que quebrantan sus leyes. El conflicto entre culpabilidad y castigo, encontrará en la sexualidad el germen demoníaco del pecado, convirtiendo a la mujer en símbolo virginal de pureza, en un templo que no debe ser profanado jamás por el hombre.

En un acto supremo de catarsis mística, el predicador llevará los ideales puritanos de represión sexual hasta sus últimas consecuencias, entregando el cuerpo femenino –origen de la lascivia y la perdición de la carne- como ofrenda eucarística a Dios, derramando la sangre de los impuros sobre el tálamo nupcial convertido en improvisado altar del sacrificio ritual. La máscara de rectitud y entrega a la voluntad divina tras la cual se oculta el verdadero rostro del asesino, esconde del mismo modo la doble moral y la hipocresía de aquellos que la veneran. Por sus frutos los reconoceréis.”


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